Galletas
Me acuerdo cuando quería ir a esos cursos de aprender a hacer galletas caseras. Fue antes del boom, de los talleres de barrio, viendo esas películas ambientadas en años 40 y pensando en la familia. Pero luego todo fue "Máster Chef", comida, todo el mundo haciendo de cocinillas, cocinar, cenas, supermercados...y me cansé. Además, me excuse con la dieta y me equilibré. Tampoco tenía el futuro marido (ni amantes) al lado, era ilegal que planificase un embarazo, y sale muy caro hacerlo todo casero. Luego probé algunas de súper de mi gusto, y me acordé de los años de Universidad, las súper ingestas, los exámenes...y ya me quedé con menos cantidad, sólo con algunos sabores, como las de bizcocho con mermelada de naranja o fresa y cobertura de chocolate, las redondas bañadas con chocolate, y, por motivos económicos, las redondas pequeñas con agujero que no me llegan ni a complacer, puntualmente
Pero me acuerdo de todas esas compras que, aunque para muchos mal visto, mala nutrición, "de gorda"... (tampoco estoy tan mal, para comer comida de supermercado y no de plaza o restaurante por motivos económicos) que ingería con ganas delante del ordenador, leyendo documentos, viendo películas y series, fotos, en wehraetit y ahora Pinterest, noticias, navegando, forrando o escribiendo, que a veces, hasta añoro más que momentos vividos con personas que sólo me han hecho daño o llorar.
Suena triste, pero es cierto que la ilusión, un ordenador y una caja de galletas te pueden llegar a "salvar la vida".
Comentarios
Publicar un comentario