Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2025

La gorda

Porque siempre fui la gorda. Y hay gente a quien no le importa, pero a mí si. Y es feo recibir constantemente dicho adjetivo. Fui gorda en el colegio. Me llamaban gorda. Mi familia. Es cierto que ella era modelo, y me reñía por lo que comía, pero es cierto que era una niña, y no se sabia tanto de alimentación, y yo no soy la más golosa ni más comilona. Pero era la gorda. Mi tía siempre venía y compraba, que yo siempre era la gorda. Aunque no fuese verdad. Parecía que me castigan por ser gorda. En el instituto, igual. Eso de que al chico le da igual que seas gorda y te va a querer... A míe dejaban siempre por las delgadas. Siempre había otra más delgada y guapa que estaba esperando o introduciéndose en la relación. Y aunque hacía gimnasio, era la gorda. Y gorda para gordos. En la Universidad, lo mismo. Al principio bien, luego me quedé con el que me llamaba gorda y me cansé, eso y más cosas, y le dejé. Y otros que aceptaban a las grandes y curvies, pues no, yo era la gorda. Y en otros t...

Las joyas

Cuando era pequeña, algunas veces, íbamos a comprar joyas. No viajábamos más que a pueblos, íbamos a restaurantes, pero vivíamos bien: comida y cosas variadas, ropa y coches varios, aunque nada de lo más caro (alguna vez, puntual) con la familia materna. Hasta los 11 años, luego mi abuelo murió de cáncer y con la abuela, y la adolescencia, íbamos menos, pero seguíamos. A mí me gustaba mucho ir a esas tiendas. Era muy bonito poder elegir lo que te gustaba. Y siempre mirábamos que me gustase, fuese calidad de oro y precio asequible. Como era pequeño y único, de mi gusto, lo adoraba. Es cierto, en realidad casi ni me las ponía. Miedo a que robasen, o que eran cosas que usaría de mayor. Ya tenía mi colección, y es cierto que a mis ex parejas nunca les pedí oro, porque para mí era algo de compromiso muy serio, y hasta que yo no viese pedida de mano o amor de verdad a largo plazo, nada. Así que playa era buena opción, también bisutería y acero de piercing. Lamentablemente, cuando fui mayor, ...

Los malos días del gimnasio

Tenían que verme... Yo me sentía muy guapa, limpia, ágil, como nunca me había sentido en mi infancia, y disfrutaba de mis clases. Pero ese clima, cada vez fue peor: quejas, peleas, tonterías, reclamaciones absurdas, poses ridículas, narcisismo, petulancia... Y es verdad, me daba igual aguantarlas. Me parecían tontas y rncreidas todas las que hacían eso, ridículas, quejándose por todo, llevando siempre ropas más caras que las mías, mirándome por encima, creyéndose más guapa y si, todas o casi todas con pareja, citas, y alguien que las veneraba. Había esos chicos que hasta llevaban a alguna hiper venerada como si fuese la diosa de ellos, hasta pedos en las máquinas evitativos, de las que se creían más guapas...  Pero yo iba al gimnasio, a pasarlo bien. Iba a poner mi cuerpo en forma, a divertirme y a la vez, disfrutar. Y es algo que tuve que renunciar puntualmente, pero claro, volveré cuando pueda, a otros. Encontrar personas que siempre critican y luego hablan de belleza siendo de i...

Los trabajos precarios

Y me tocaban trabajos aburridos. Trabajos que no me llenaban. No me pagaban bien. Me explotaron a más no poder. Pero la gente que decía que era quejica, ni ayudaba. Sólo me daban trabajos perecederos, puntuales, poco tiempo. Ofrecían mejores puestos, estabilidad, salarios, condiciones...supuestamente por estudiar más. Pero no. Los gremios y grupos se regalaban los puestos. Cuando me tocaba algo bien, se encargaban de eliminarme o decir que no era apta, siendo mentira. Sólo porque una vez no dijera a un grupo de narcisistas que no trabajan bien no implica que sea yo el 0. Pero así ha sido. Y no es que quisiese ser directora ni subdirectora de una empresa, tesorera o similar: me conformo con puestos en perfumerías, joyerías, tiendas de ropa de chicas especialmente de lujo y lenceria , oficinas (pero no teletrabajo, ni estar pegada solo al pc y más en turnos de noche que si es posible ni los quiero), recepciones de centros especialmente salud y belleza, farmacia lo que más. De trabajadora...

El dinero

Y hoy ya la broma más dmfea es que te llaman diciendo que te han cogido para la plaza que postulaste de Gobierno pero resulta que al final no, entonces, y viendo las fotos que me pasaron, seguramente se la den a chicas así, para que puedan tener relaciones sexuales con los que mandan... Porque ya puedes ganarte tu plaza que vamos, allí solo se quieren poner de club puntual. A ver la otra, esperemos no sea sólo un sueño. Y va te encasillan con pobres y gente de debajo como si por estudiar Sexología fueses fácil, y no. Y no saben. Hasta te ponen de trabajadora sexual o de la monja de turno o en el ambiente que no te gusta, cuando te gustaba la clase media alta. Al menos la de haces unos años. Aunque vayas a sitios cutres algunas veces, o no te lo compres todo de marca. Ni dinero tengo ya. Es cierto, me han puesto de sin estudios, muerta, infectada, discapacitada...sin serlo. Se atribuyen la adicción sexual y no tienen ni conocimiento de lo que es o no. Se ponen a tener hijos bajo efectos...

La modelo

Yo estaba gorda, y me sentía gorda. Y puse remedio. Como cada vez que engordo de más. Pero yo no sabía que me iban a criticar por hacerlo sanamente. Porque cuando me tiraba 3 horas puntualmente en el gimnasio por maratón, alguna excepción o por las máquinas y las charlas, ya era demasiado tiempo de ejercicio. Y pocas veces salía en las fotos, y eso que yo quería, pero... No caí en gracia. Era fea. Era demasiado feliz e infantil. Era demasiado poco sexy. Era una chica. Y lo sigo siendo. Y era imperfecta aunque yo me viese perfecta, estuviese sana, etc Había crecido con la idea de medidas, y no reniego. Pero yo no sabía que había mujeres a quienes les consienten todo, y siempre las ponen de guapas, de televisión, de extras, de modelos, de perfectas... Y justamente, la mayoría que conozco... Lo siento, son feas. Las veo feas. No son como los modelos más normales de la televisión de los 80 y 90 o principios 2000, es que en Mallorca tienen algunas chicas y hombres que pueden estar gordas, h...

El tiempo entre relaciones

De jovencita, leí muchas revistas, algunos libros y muchas noticias y artículos acerca del amor, sexo, etc y siempre decía que había que esperar un tiempo entre relaciones. Nunca ha pasado un solo día, en mi caso, despues de los 17 años, de ir de uno a otro, aunque fuesen rollos. Y de esos, sólo una vez fue una infidelidad bucal, y la otra, la elección entre dos, que, seguramente elegí mal pero... Ahora no se puede cambiar. Pues dicen, volviendo al tema, que lo normal son unas semanas, 2 meses, estando bien. Quizás 6 meses, si estás deprimida por la ruptura. Pero lo mio es psiquiátrico ya, y creo que irreparable. Primera ruptura dolorosa después de la de los 15, que fueron 5 meses y aún me hubiese ido con el ex si me lo hubiese pedido, luego admito que el ir al pub siempre nos ayudaba a casi todos, y solíamos encontrar amantes fuesen más o menos puntuales, de horas, días o semana, compartidos, sorteados lo que fuese. Pero tras ese año sin pareja, decidido, yo pensaba que sería ya lo si...

Los bebés hijos biológicos que yo queria

Ya borré el post hiper explícito, pero es que a veces, pesa. No voy a decir que haya sido la niña loca por ser madre, pero tampoco la que no. Tenía Nenuco, muñecas con las que jugaba a ser mamá, y la colección de babys tan chula, con trozos de tela de color fluorescente, diferentes posturas, que ponía con Barbies y Chanel antes de que me hiciesen darlo todo y no preguntar o pensar que yo quería esos juguetes mucho, y para futuros hijos... No... Mi tía tenía que quedar de la buena, dando lo guapo y bueno mío, mientras me daba miseria, inutilidad y falta de simbolismo. Creo que la foto de pingüinos y un poncho blanco y negro fue lo único que realmente me gustó. Y el llavero, por original, cuya hoja nunca probé y no sé si tiré en contenedor público para que viesen que no era yonkie. Ahora que lo pienso, no sé si era delito tenerlo. A saber. La cuestión... Qué de verdad, los niños sólo me los planteé con Jorge. 2 niños, aunque nos divorciasemos. Realmente prefiero niña, pero con él creí qu...

Hacia atrás

Vuelvo a decir no, porque otra vez, sólo te hacen sentir mal. Antes, porque todas estaban más delgadas en las fiestas. Y no iba a salir. La gorda, el monigote, la amiga ballena...la que sólo ayuda y no tiene que ser emparejada... Eso es lo que me hacían a mí. Y hacen. Porque cuando no era la rubia era la fácil y cuando no ahora la extranjera y tú la gorda... Otras veces, porque no tenía dinero. Me tocaban turnos laborales, y no tenía esas fiestas que los jóvenes de mi edad disfrutaban... Luego, era el COVID, y la gente era muy familiar. Y cuando estaba bien no...no me querían... Y luego no aceptaron que no quisiese salir, y hasta hicieron que me despidieran de trabajos de mi gusto, para enviarme y ponerme de gorda de según qué machista malvado que lo único que quería era presumir de mujer más delgada, sin pensar que yo me pago todo y todo y que de mis padres desde 2009 no recibí casi nada, sólo comida, y algo de dinero, y que hubo un momento en que ni me regalaban ya cosas de mi gusto....

San Valentín

Hoy es San Valentín. No estoy triste. Lo estuve, mucho tiempo, porque no tenía pareja amorosa. Pero ya hace más de 14 años que lo celebro sola. No volví a coincidir en mutualidad, y aunque muchos ni les gusta, yo soy muy romántica y me encanta. Recuerdo mi primer San Valentín. Un piercing para el ombligo. Yo quería mucho a Miguel y Miguel, pues supongo que hubo momentos que sí, porque regalar un piercing a los 17 años... Eran 5000 pesetas, o similar. Y yo, una camiseta de los Héroes del Silencio, de Disco Loco, vamos, como me gustaba ir a esas tiendas... En fin, fue genial. Reconozco que no lo uso porque es muy grande para mí agujero, y pesado, pero allí lo tengo: un aro con bolitas azul o verde oscuro, según se mire. No me acuerdo Jorge, pero algo debió haber, aparte de cena, película y mucho sexo con amor. Al menos por mi parte, a saber él. Y lo de Pere...es que me acuerdo de esas veladas tan guay que planeaba yo, pero es que él no, no debía haber estado con el. Pero me encanta ese r...

Porque soy la abuela que no se drogaba...

Si bien las juergas grandes de alcohol y tabaco se me acabaron a los 18 años,, 2001. hubo otras puntuales de Nochevieja y  en las cenas de Navidad de Versys y Liu Jo... Una novela me permitió tener sexo con quién me gustaba y la otra, se me ocurrió al día siguiente conducir y no me acordé hasta volver a casa que no debía... Pero nada más. Pero ya era una abuela, especialmente, desde 2002, y en 2003 a las 22h ya solía dormirme, si no venía de clase de Universidad. Es más, hasta se burlaban, me humillaban y me miraban mal en trabajos por no salir de fiesta ni hacer botellones. Ni me ascendieron en algún sitio donde quería ser terapeuta de drogas porque, aparte de no ser guapa para ellos y alguien a quién humillar y maltratar, no me metía cocaína los fines de semana, no hacía dietas insoportables, ni bebía en exceso, ni dejaba de trabajar para contar mis penas amorosas cuando ni me gustaba lo que había, o era demasiado gorda para salir en las fotos de empresa... Hasta que, incluido a ...

Mayor

A veces parezco más mayor. No físicamente, o si, para los grandes y más regordetes. Para mujeres incluso mayores que yo. Para gente más inadaptada. Es ridículo, pero es así.  Mayor. Vieja. Aburrida. Aunque no soy aburrida. Tengo mis momentos, pero es cierto que soy mayor para x cosas. No para otras, aunque son más íntimas y privadas, o por tema de ropa. Es la cabeza. Es el cerebro. Es lo que pienso. Porque limpio. Porque me preocupo. Soy mayor para hacer x locuras. Soy mayor para x hombres. Soy mayor para niñas, hombres  y mujeresdiscapacitadas que no saben lo que es pasarlo bien si no es humillando o molestando. Soy mayor para la gente que no le gusta estudiar, el cine, pincharse la cara, tomar drogas en todos momentos, para quienes hacen niñatadas, quienes no se preocupan de su salud... Soy mayor para algunos hombres de mi gusto. Aunque me vuelva joven, siempre hay otra más joven o guapa, y a veces, ni entiendo por qué la eligen. Soy mayor para esas personas que se creen per...

Levantarse

Era 2012 y levantarse, un suplicio. Lo hacía por el gimnasio, aunque me salté algunas clases. Estaba muy triste, deprimida, con acné, sin trabajo, siempre maltratada en el sector social mientras ellos tenían sus fiestas, juegos, tomaban y nadie decía nada, y siempre era yo quien pagaba las consecuencias... Tenía que maquillarme,  on base, para lucir bien. Tenía dinero, joyas, perfumes caros, un armario variado, una casa para mí, estufa, objetivos, sueños...pero había días que me costaba y no quería levantarme. Me acordaba del DSM IV, de los casos, películas, series, y tener que tomar x pastillas no ayudaba, y si, pero no tanto. Pero la doctora me las había recetado a través de la psicóloga, y era toma obligada. La psicóloga me motivaba a ir a la biblioteca, coger libros, y opté por alguno de autoayuda, románticos modernos y DVDs. Era incapaz de leer intriga, miedo o misterio, drama o similares, y es cierto que necesitaba algo más "rosa", como lo llamo yo a lo romántico, feliz...

Celulitis

Me acuerdo de mi recuperación. Tenía 32, y estaba mejor que con 15 años. Gimnasio, cambio de hábitos y caminatas. Infusiones, automadajes, nuevos productos hiper económicos, ejercicios diferentes, gente y trabajos compatibles, equipos online... Por fin tenía una figura mejor, aunque no perfecta. Y luego llegué a tenerla. Cabeza y cuerpo. Llegué a tener mi propia perfección. Sin grietas, ni celulitis. Sin cirugía. Todo bien. Realmente, perfecto. Pero nunca me llamaron para salir. Nunca pude disfrutar del sexo conjunto como y con quién quería. Nunca me apreciaron, si no era yo misma, quién yo quería. Envidia. Sí, hubo envidia. Porque prefirieron ir con ellos que ser amigas, y ya no hay vuelta atrás. Y cuando salió alguien, 1, 2, sólo se quejaban: mis brazos, mis muslos, mi cintura, mi sexualidad...lo que fuese. Nunca apreciada. Conseguí algo imposible y ni me sacaron a bailar, ni a tomar un café, ni al cine: sólo me llamaron gorda creída, petulante, engreída, que no no era tan guapa, que...

Galletas

Me acuerdo cuando quería ir a esos cursos de aprender a hacer galletas caseras. Fue antes del boom, de los talleres de barrio, viendo esas películas ambientadas en años 40 y pensando en la familia. Pero luego todo fue "Máster Chef", comida, todo el mundo haciendo de cocinillas, cocinar, cenas, supermercados...y me cansé. Además, me excuse con la dieta y me equilibré.  Tampoco tenía el futuro marido (ni amantes) al lado, era ilegal que planificase un embarazo, y sale muy caro hacerlo todo casero. Luego probé algunas de súper de mi gusto, y  me acordé de los años de Universidad, las súper ingestas, los exámenes...y ya me quedé con menos cantidad, sólo con algunos sabores, como las de bizcocho con mermelada de naranja o fresa y cobertura de chocolate, las redondas bañadas con chocolate, y, por motivos económicos, las redondas pequeñas con agujero que no me llegan ni a complacer, puntualmente  Pero me acuerdo de todas esas compras que, aunque para muchos mal visto, mala nutri...

Miércoles

Hoy nos levantamos temprano.  Pero no me quiero ni mover. No llueve, pero como si lloviera. Recuerdo esos días en los que la lluvia era tan bella, y sólo verla me volvía a la nostalgia, salía a caminar y respirar... Pero hoy no. Hoy no quiero.  Recuerdo cuando tenía esa vida. Iba a esos gimnasios tan caros, y era tan divertido. Aunque me doliese la espalda, o el corazón, el ejercicio me removía. Y la sauna, el baño, el spa. La gente que más hablaba era más normal, una vida de trabajo, casa, ejercicio y algún viaje, también compras y restaurantes... Y algunos familia. Y yo había perdido mucho, estaba en un trabajo mal pagado, sobreviviendo con mis ahorros, y sólo el lujo del gimnasio. No tuve ni citas, ni invitaciones. Se habían y se reían de mi por dolores estomacales, que si la comida o los dulces, pero no era tanto como el dolor de la humillación, de la competitividad, de la guerra de tus supuestas amistades y ex compañeros... Y toda aquella gente que envidiaba mi posición p...